domingo, 17 de febrero de 2013

CUANDO LO INTELIGENTE ES TONTO

Ya que he publicado información sobre la inteligencia, pues ahora quiero facilitarles alguna información que es interesante, y que hoy en día en la vida cotidiana en algunos casos se esta dando, así sea en las aulas de la escuela, universidad o aun también en los ambientes laborales. Pues quiero compartirles un resumen de las escrituras de Goleman.


CUANDO LO INTELIGENTE ES TONTO


Como podemos ver la vida emocional es un ámbito que al igual que las matemáticas y la lectura puede manejarse con mayor o menor destreza y requiere un singular conjunto de habilidades. Y saber hasta qué punto una persona es experta en ellas es fundamental para comprender por qué triunfa en la vida mientras otra con igual capacidad  intelectual acaba en un callejón sin salida: la aptitud emocional es una meta-habilidad  y determina lo bien que podemos utilizar cualquier otro talento, incluido el intelecto puro.

Por supuesto existen muchos caminos para triunfar en la vida, y muchas esferas en las que otras aptitudes reciben su recompensa. En nuestra sociedad  cada vez mas basada en el  conocimiento la habilidad técnica es sin duda alguno de esos caminos.

El proyecto spectrum reconoce que el repertorio humano de habilidades va mucho más allá de los conocimientos escolares básicos (lectura, escritura, aritmética) la estrecha banda de destrezas vinculadas con las palabras y los números, en los que tradicionalmente se basa la primera educación.

Existe una dimensión de la inteligencia personal que está ampliamente mencionada, aun que poco explorada, en las elaboraciones de Gardner. El papel de las emociones tal vez es así porque, como me sugirió Gardner, su obra está claramente inspirada en un modelo de mente cognitivo-científica.

Así, su punto de vista  con respecto a estas inteligencias pone de relieve la cognición: la comprensión de uno mismo y de los demás en relación a los motivos, a los hábitos de trabajo y a la utilización perspicacia para dirigir la propia vida y llevarse bien con los semejantes pero al igual que el reino de la cinestesia donde la brillantez física se manifiesta de una forma no verbal, el reino de las emociones también se extiende más allá del alcance del lenguaje y la cognición.

Al mismo tiempo que hay espacio suficiente en las descripciones de Gardner con respecto a la inteligencia personal para penetrar en el papel de las emociones y en el dominio de las mismas, él y sus colaboradores no han analizado en gran detalle el papel   que el sentimiento juega en estas inteligencias y se han centrado más en las cogniciones acerca del sentimiento. Esta focalización, tal vez involuntariamente, deja sin explorar el rico mar de las emociones que hace que la vida interior y las emociones sean tan complejas tan apremiantes y a menudo tan desconcertantes y también deja sin analizar la noción de que hay inteligencia en las emociones y aquella según la cual puede aplicarse inteligencia a las mismas.

El saber convencional entre los científicos cognitivos afirmaba que la inteligencia implica un procesamiento de datos frio y riguroso. Esto es hiperracional, como el Mr.spock de star trek, el arquetipo de los bytes de información pura, no enturbiados por el sentimiento, que encarna la idea de que las emociones no tiene cabida en la inteligencia y solo empañan nuestra imagen de la vida mental.

Para tener una mejor comprensión de cual podría ser ese entrenamiento, debemos recurrir a otros teóricos que siguen los lineamientos intelectuales de Gardnet, sobre todo Peter salovey, un psicólogo de de Yale que ya descrito en gran detalle las formas que podemos aplicar inteligencia a nuestras emociones. Este intento no es nuevo; a lo largo de los años, incluso los más ardientes teóricos del CI han intentado de vez en cuando colocar las emociones dentro de las esferas de la inteligencia, en lugar de considerar los términos  "emoción" e  "inteligencia" como una contradicción inherente.

Otros psicólogos tuvieron una visión más aséptica de la inteligencia social y lo consideraron en términos de habilidades para manipular a los demás y conseguir que hagan lo que uno quiere, estén de acuerdo o no. Pero ninguna de estas formulaciones de la inteligencia social tuvo demasiada repercusión entre los teóricos del CI y alrededor de 1960 un influyente texto sobre las pruebas de inteligencia declaro que la inteligencia social era inútil.

Pero la inteligencia personal no debe ser pasada por alto, sobre todo por su sentido común e intuitivo. Por ejemplo cuando Robert sternberg, otro psicólogo de Yale, le pidió a la gente que describiera una persona inteligente, las habilidades practicas se contaban entre las principales características mencionadas. Una investigación más sistemática llevada a cabo por estemberg lo llevo a la conclusión  de thorndike: que la inteligencia social es distinta de las capacidades académicas y al mismo tiempo es una parte clave de lo que hace que a la gente le vaya bien en el aspecto práctico de la vida. Entre las inteligencias  prácticas que están, por ejemplo, tan valoradas en el lugar de trabajo, está el tipo de sensibilidad que permite a los administradores eficaces captar mensajes tácticos.

La inteligencia emocional no son conceptos opuestos sino más bien distintos. Todos mesclamos  intelecto y agudeza; las personas que poseen un elevado CI pero una inteligencia emocional escasa (o un bajo CI y una elevada inteligencia emocional) son, a pesar de todos estereotipos, relativamente pocas. En efecto, existe una ligera correlación entre CI y algunos aspectos de la inteligencia emocional aun que lo suficientemente baja para que resulte claro que estas son entidades totalmente independientes.


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