Concepto de sistema de clasificación y terminología
básica
a) Un sistema de
clasificación es un conjunto de conceptos que pretende describir de un modo
sistemático y comprehensivo una determinada parcela de la realidad.
b) Estos
conceptos deben ser definidos y delimitados, simples y de fácil utilización de
manera que sean excluyentes entre si.
c) Los sistemas
de clasificación son arbitrarios, no representan isomórficamente la realidad.
d) Proporcionan
puntos de referencia, con los que disponemos para trabajar sobre una realidad.
e) El término
taxonomía se refiere a un sistema científico de clasificación.
f) En el ámbito
clínico se usa el término nosología para referirse a una taxonomía relativa a
conceptos patológicos.
g) La
identificación es la asignación de las categorías así obtenidas a los fenómenos
observados. En el ámbito clínico se le denomina diagnóstico.
h) El diagnóstico
se basa en los sistemas en uso, en síntomas y signos (de naturaleza biológica o
conductual).
i) El conjunto de
signos y síntomas dan lugar a los síndromes, con la observación clínica de
éstos, se elaboran los diagnósticos más frecuentes en la práctica
psicopatológica.
j) Cuando se
dispone de información sustantiva adicional a estas pautas de covariación, se
puede hablar de trastornos.
k) Es posible
hablar de enfermedad cuando se conocen la etiología y los procesos
patofisiológicos subyacentes.
l) El
funcionamiento de las personas es siempre múltiple y complejo, y que una
posible patología, representa sólo una parte limitada y no agota la realidad.
Por ellos se reconoce la conveniencia de adoptar sistemas de clasificación
multiaxiales (CIE-10 y DSM-IV).
Perspectiva histórica
y utilidad de un sistema diagnóstico para el psicólogo
Como resultado de la gran influencia del psicoanálisis
en el siglo XIX, el interés en
clasificación se redujo considerablemente.
En la década de los cincuenta se utilizan nuevos
fármacos con resultados muy eficaces
para distintos tipos de trastornos.
Probablemente con ello se inaugura un nuevo período de
interés en el
diagnóstico.
Estudios de Feigner y Herbstein, 1987, sugieren que la
falta de fiabilidad del diagnóstico
se origina en tres fuentes de variación:
a)
La inconsistencia de la conducta del paciente.
b)
La falta de objetividad en la definición de las
categorías diagnósticas.
c)
La variabilidad en la información recogida por el clínico, y sobre la que se va a basar el
diagnóstico.
Surgen fuertes críticas al diagnóstico desde el
enfoque conductual, debido a que
afirmaban que este daba explicaciones
circulares.
Además según los datos que aportan los estudios de
fiabilidad, carece de las garantías
científicas mínimas.
A principios de la década de los setenta, se publica
“Criterios de Feighner para la
Investigación”, estos son criterios diagnósticos
originalmente creados para ser utilizados
en la investigación, que incluían
solo aquellas categorías objetivamente definidas, y que
por tanto no cubrían
todo el espectro psicopatológico.
El número de categorías se amplía en los Criterios de
Diagnóstico para la Investigación
(Spitzer, Endicott y Robins, 1975) y,
basándose en los mismos principios, se edita en
1980 la tercera edición del
Diagnostic ans Statistical Manual (DSM – III), que por cubrir
todo el rango de
los trastornos observados, puede ser utilizado en el ámbito clínico.
Existen 3 tipos fundamentales de aportaciones que la
información nomotética puede
hacer a la Evaluación conductual:
a)
Ayudar en la identificación de algunas conductas
problema.
b) Aportar información sobre determinadas correlaciones
entre respuestas frecuentemente observadas, así como sobre variables que con
frecuencia controlan determinadas conductas problema y sobre la eficacia de ciertas
estrategias terapéuticas para modificarlas.
c) Como medio de comunicación, y para acumular evidencia
sobre determinadas características de interés para un determinado trastorno.
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